martes, 18 de octubre de 2011

"MARAVILLOSAS FAMILIAS" HOMENAJE A GLORIA FUERTES


Este libro es un homenaje a nuestra querida Gloria Fuertes.
Me gustaría pensar que ella, en el cielo de las poetas, se siente feliz de leerlo.
Tal y como nos dijo en una ocasión:
“En este juego de cartas que es la vida gana el que más sonrisas ponga sobre el tapete”.
Luisa Guerrero



En la sociedad actual nos encontramos con muchos tipos de familias.
Esto es una realidad que el niño necesita entender y, para ello, nada mejor
que a través de los maravillosos ejemplos que nos ofrece la Madre Naturaleza.

Este libro va dirigido a los más pequeños.

Escrito en forma de pequeñas poesías,
cada una de ellas refleja un tipo de familia diferente.



Autora de las poesías:
Luisa Guerrero

Ilustraciones de:

Adoració Jiménez (Doris)
Carles de Miguel
Quim Moya
Luisa Guerrero (Asy)
Myriam Cameros
Olga Molina
Patirke Belaza
Rosa M. Alonso García

¡Hay familias con una mamá
y un papá y otras con dos papás
y ninguna mamá!…



Vivían el pingüino Pinto
y el pingüino Andrés,
en su rinconcito de hielo,
¡y pronto serán tres!

Un desamparado huevo abandonado
en la nieve por los dos fue encontrado.

- ¡Mira, Pinto!
- ¡Oh, Andrés!
- ¡Pronto seremos padres!
- ¡Este será nuestro bebé!

Con el tiempo nació el pingüinito.
Tenía dos papás para querer,
que entre besito y mimito,
al pingüinito vieron crecer.

Y creció y creció
y en un pingüino adulto,
el pequeño se convirtió.

Su nombre era Antoñito
y entre besito y mimito,
se había convertido
¡en todo un hombrecito!

Y conoció a la pingüina Tina,
que vivía en el pueblo,
¡era su vecina!

- ¡Hola Tina!
- ¡Hola Antoñito!
- ¡Vienes a tomar el té
con mis queridos papitos!
- ¡Vale, Antoñito,
pero sólo me quedaré un ratito!

Y otro día era Antoñito,
el que iba a casa de Tina.

- ¡Hola Antoñito!
- ¡Hola Tina!
- Mañana habrá partidito
y me pregunta mi papá,
¿vendrás a jugar un ratito?
- ¡Claro que sí!... ¡Faltaría más!
- Mi mamá ha horneado
unas galletitas para merendar.
- ¡Pero qué bien!... ¡Con lo buenas que están!

Y Antoñito y Tina,
poquito a poco se fueron queriendo
y un buen día, decidieron casarse.
¡Esto suele pasar,
después de enamorarse!

Dijo Antoñito:
- ¡Un día tendremos un huevito
y lo querré tanto,
como me quisieron mis papitos!



Las mamás ballenas cuidan ellas solas de sus hijitos.

Estaba la mamá ballena
nadando con su ballenato.
Por el día
su amigo Sol les hacía compañía.
Por la noche
su amiga Luna las estrellas encendía.
La mamá ballena un gran corazón tenía,
quinientos kilos de amor en él se escondían,
que con su hijito “balleno” todos los días compartía,
y así, los mares azules los dos felices recorrían.




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